Comencé en el año 1985, que abrimos una Croasantería, que es una degustación, teníamos café, croasanes, bollería y en la temporada de verano, también vendíamos helados tanto en cucuruchos como en tarrinas.

Al principio empezamos vendiendo los helados de una marca comercial, pero poco a poco me di cuenta, de que podíamos hacerlos nosotros bastante mejor y que la calidad de los helados industriales, pues dejaban un poco que desear, y tras unos mosqueos con los comerciales de dicha marca, pues decidí empezar a fabricar mis propios helados.

Entonces, de ahí fue cuando empecé yendo a varios cursos, en un principio a Barcelona y luego a Italia, después ya compré la maquinaria que me hacía falta y empecé a hacer mis propios helados, a un nivel un poco más pequeño.

Lo que nos diferencia con el resto de las heladerías, sobre todo con las heladerías industriales, es la calidad de los productos que utilizamos y un la manera de hacer los helados que tenemos.

Aparte de eso, procuramos hacer un helado fresco, que lo hacemos a diario y que no tenemos almacenados durante meses para venderlo.

Nosotros hacemos básicamente dos tipos distintos de helados, uno lo elaboramos con leche, nata y el ingrediente que luego le da sabor al producto tipo avellana, y otros los elaboramos con zumos de fruta fresca triturada que la compramos en temporada o congelamos esas frutas frescas para luego cuando nos haga falta utilizarla. 

Por ejemplo, si queremos elaborar un helado de avellana, utilizamos leche, nata, avellana y de pía monte, o si es un helado de chocolate, utilizamos leche, nata, coberturas del 70% de cacao de buena calidad.